sábado, 13 de junio de 2009

Nuestra Push

Nos saludamos todas y después le pregunte al Matías que era lo que nos quería mostrar
-Mira – me dijo apuntando a un cartel de una terminal de buses
El cartel decía
‘Viajes a la Push cada media hora’
-¡¿Qué?! – pregunté emocionada, la Push, el lugar en donde podría estar Jacob
-¿Vamos? Total hoy día tenemos el día libre – dijo mi amigo
-Claro – acepté de inmediato
Compramos pasajes para el próximo viaje, y para nuestra suerte era de inmediato. Yo no podía estar más feliz, saber que podía haber una esperanza de que existiera un Jacob de verdad, tan tierno como el del libro, tan amigable, tan buena persona, esperanza, era lo único que cabía en mi mente. Un Jacob, un Jake tan real como los Edward. Bella y Jasper de hoy, cierto el Matías no lo sabía…
-¡¡ ¿Qué?!! – Preguntó emocionado - ¡¿en serio?!
-Sí – le dije calmada y mirando por la ventana
-Significa – dijo analizando – ¿Qué podría haber una Reneesme?
-No lo sé – le dije ahora mirándolo – la verdad es que puede que lo haya inventado la escritora
-Ojala que no y ojala que sean de verdad vampiros y… Nessie exista
-Ojala… - dije en tono bajo, no me escuchó
Viajamos alrededor de una hora, se me hizo eterno el viaje pero al fin llegamos, la Push, no era como decía el libro, en cambio las casas estaban en buen estado, de colores claros, casi todos pasteles. Un poco más allá de veía el mar, la playa, de arena oscura con el bosque inmenso a un lado de esta.
Nos bajamos en el terminal que quedaba al frente de la playa, el mar se veía gris y había bastante oleaje, sin embargo había un grupo de gente en la arena, sentados en unos troncos frente a una fogata bastante grande, medio azul por la sal de las ramas que provocaban el fuego. Vi a un joven, un niño como de dieciséis o diecisiete años, pelo negro, le llegaba hasta el comienzo del cuello, su piel era morena y era de contextura normal. Lo miré bien, cada detalle y logré ver en un momento sus ojos, cafés oscuros, como la madera, como el bosque, impactantes de primer momento.
-¿Jacob? – susurré, no me escuchó ni la Feña ni el Mati que estaban al lado mío, pero él se dio de vuelta de inmediato fijando sus ojos en mí
No podía haberme escuchado, estaba a más de cinco metros de distancia, con todo el ruido de las olas y el viento que soplaba entre los árboles del bosque cercano, sin embargo apenas me vio me sonrió, dientes blancos se veían a pesar de la distancia, una sonrisa de lo más tierna
-¿Qué ves? – me preguntó la Feña mientras intentaba buscar el punto que observaba
-La verdad – le dije – no estoy tan segura
Sería de verdad él, bueno ahora lo iba a saber, porque se había parado y venía en nuestra dirección, con un joven detrás de él, era parecido, pero con el pelo castaño y algo más cortó
-¿Seth? – volví a susurrar, y el compañero de “Jacob” sonrió como si también hubiese oído.
Tenía una sonrisa bastante amigable, incluso como para devolvérselas aunque estuviese triste. Me ponía más nerviosa a medida que se iban acercando, ambos hablando entre sí mirándonos al pequeño grupo que había llegado a su espacio, ¿invadiendo? Quizás…
-Hola – dijo al parecer Jacob…
-Hola – dije muy avergonzada, ¿me habría escuchado?
-Me llamo Jacob – dijo con una sonrisa lo bastante tierna como para que se la devolviera
-Y yo Seth – dijo su amigo, mirando a la Cami
-Yo Mabel… - no podía terminar la frase con la cual siempre me presentaba
-Pero le gusta que le digan Bela – dijo por mí la Feña, la miré agradeciéndole
-Bela… - dijo Jacob pensando y luego sonriendo completó – a mí me gusta que me digan Jake
Yo me reí y él igual, después se presentaron el Matías, la Feña, el Pablo y la Yupi, la Cami estaba hablando con Seth, esté parecía contarle sobre su vida y ella le contaba porque razón estábamos allí.
-¿Quieren ir a la fogata? – preguntó Jake
-¿Quieren? – nos preguntó el Matías
-Sí – dijeron todos al unísono, todos menos yo que seguía en shock por el hecho de haber encontrado un Jacob de carne y hueso
Todos empezaron a seguir a Seth en dirección de la fogata, todos menos yo o eso creía hasta que noté como había alguien parado al lado mío, esperándome, me di vuelta y vi que era Jacob, estaba mirándome con un semblante de interrogación, lo miré extrañada de porque no iba con los demás
-¿Vas tú o no? – me preguntó amable
-Sí – respondí y volví a mirar el piso avergonzada, él se rió y tomó mi mano
-¿Qué…? – alcancé a decir viendo mi mano con la de él encima
-Creo que necesitas ayuda para moverte – dijo aún riendo – estas como ida…
-¿Gracias? – dije más avergonzada ahora, pero aún así mirándolo a los ojos
-De nada – respondió sonriendo
Caminamos hasta la fogata, alrededor de está había una mujer, linda sí, pero a su manera… exótica, tenía la piel cobriza y unas pestañas frondosas, ojos de color café… penetrantes. Me miró cautelosamente y luego mi mano, la que estaba entrelazada con la de Jake, luego fijó sus vista en él, y esté se la devolvió, severa.
Nos sentamos en un tronco, lo compartíamos con el Mati y el Pablo. Al frente estaba la mujer, con la Cami y Seth en el otro borde, en el tronco a nuestra derecha se sentaron la Feña con la Yupi, en el de la izquierda habían otros dos jóvenes, no los veía bien, porque estaba nublado y la luz no me acompañaba. Estaba mirando todo alrededor, el fuego casi azul, las olas grises que chocaban en un intento por mover las enormes rocas atestadas de gaviotas y otros tipos de aves marinas, el bosque un kilometro mas allá, todo, todo el ecosistema que nos rodeaba
-¿Estás bien? – me preguntó de pronto Jacob
-Siempre es así, se fija en todos los detalles – respondió por mí el Matías
-Enserio… - dijo Jake mirándolo y luego volvió su vista a mí - ¿te gusta?
-Claro – dije mirando como unas aves desaparecían en el bosque
-Que bueno – dijo sonriente
Sentí unos pasos atrás mío, me di vuelta y vi como se acercaban tres hombres entrados en edad, todos de pelo cano, uno lo tenía de un blanco brillante, y los otros dos medio ceniza, venían lento mirándonos a todos y cada uno. Una vez que llegaron a nuestro lado uno de ellos, el del pelo más claro le preguntó a Jake, mirándonos a cada uno de los ‘visitantes’
-¿Quiénes son? – tenía la voz áspera, una voz de mandato
Voz de Alfa - pensé acordándome del libro
-Son visitantes, ¿pueden quedarse? – preguntó Jacob
-Está bien – respondió, mirando ahora el fuego, se veía un brillo en sus ojos negros
-Gracias padre – respondió Jake, ¿Padre? ¿Billy? Sería eso…
Los tres fueron y se sentaron en el único tronco que quedaba vacío, parecía que el del pelo más claro era quien tenía más autoridad, se sentó en el medio y los otros dos se sentaron después de él también mirando a su alrededor
-Hoy – dijo el que estaba sentado a su derecha – vamos a contar leyendas, historias del inicio de nuestra raza
Miré a Jake en ese instante, ¿nuestra raza?, era de verdad que eran licántropos o solo hacían todo esto porque nosotros estábamos allí
-¿A qué se refiere con eso? – le pregunté susurrando
-Ya verás – dijo aún sonriendo y me envolvió con su brazo, estaba cálido
Me acurruqué al lado de él, empezaba a hacer frío, noté como Seth ponía su mano encima de la de la Cami, ella solo lo miró y ambos sonrieron, la mujer sentada en el mismo tronco los miraba con recelo, enojada o mejor dicho molesta
-Leah – dijo Jacob respondiendo a mis preguntas mentales, mirando mi cara – es algo celosa con su hermano.
Leah y Seth ¿Clearwater?. No tuve tiempo de analizar, porque el hombre, que se había parado del puesto a la derecha del padre de Jacob, estaba comenzando a hablar más bien a contar una historia

1 comentario:

  1. Hola! Soy la chica que escribe despertar, escribiste en mi blog hace un mes o así. En respuesta te informo de que en cuestión de sexo estoy servida, así que no te preocupes. Y que yo sepa no soy una maniática sexual.

    Bueno espero que te gustara el fic, aunque no tengo ni idea porque solo hiciste conjeturas sobre mis hábitos sexuales xD

    Besos!

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